Sin ganas

Hoy no se de que escribir, pero sin embargo lo estoy haciendo y no sin ganas, porque si hay algo malo en esta vida es hacer las cosas sin ganas. Simplemente no creo que haya pasado nada importante en mi vida como para que tú (seas quien seas) te sientas satisfecho de leerlo.
Tengo sueño, muuucho sueño. Y no es raro, ayer me acosté a eso de las cuatro de la mañana, y aunque hoy me he despertado a las once y cuarto (hora que mi tío Antonio considera mediodía (aunque para mí mediodía siempre han sido las doce)) y sigo teniendo sueño.
¿Y que hice hasta las cuatro de la madrugada? Pues hablar. Que en mi es lo mas normal que puedes ver y lo que más se repite después de cantar.
¿Y de que hablaba? Pues de ti. Bueno, la conversación empezó hablando de sentimientos y como tú eres uno de los mios tuve que mencionarte (espero no haber interrumpido tu sueño porque te pitaran los oídos).
Hable de cuanto te amaba, sí, amar, aquí si puedo utilizar esa palabra, porque no me tiembla el pulso, porque no tengo que pronunciarla, porque ya no me gustas, yo ya a ti no te quiero, yo (para mi desdicha) te amo.
Y en realidad fue una especie de terapia la que tuve con María. Al fin y al cabo ella no te conoce, ni a ti ni a ella. Podía entonces decir lo que quisiera, lo que se me pasara por la mente en ese instante, o, más bien, lo que me saliera del alma. Podía incluso despotricar sobre ella, nadie se enteraría, nadie me lo echaría en cara. Pero soy demasiado buena incluso para eso, porque al final la que se enteraría y la que se lo recriminaría todos los días sería yo.
Si me permitís daros un consejo, cuando no os quede otra que enamoraros de alguien que ya tiene pareja o que la ha adquirido en el transcurso de vuestro enamoramiento, al menos no seáis tan buenos (no seáis de buenos, tontos) como para haceros amigos del "enemigo".
Pero en realidad para mi no es el enemigo, nunca lo pude tratar así, es ella, su novia y a partir de entonces mi amiga, aunque suene paradójico. Aunque creo que ella se equivoca,(una y otra vez) y que a veces no se merece estar con él y que la cantidad ingente de amor que ella recibe ni se le acerca a la que pequeñez que ella da, aún así, me cae genial y la quiero muchisimo.
¿Cuánto tiempo llevo sin verlo? ¿Dos semanas?...Os juro que me parecen dos meses.
Intento evitar su imagen en mi cabeza, pero de verdad que no puedo. Hasta he cambiado la contraseña de Tuenti. Porque la verdad aquella vez que tuve que cambiarla no se porque estúpida razón tuvo que pasarme su apellido por la cabeza. Y hay me tenias entrando a Tuenti recordándolo a él. Como para que no se me olvidara que después de mirar mis novedades es cosa obligada poner ese mismo apellido en la barrita blanca de "Buscar...". A veces me odio por subirle tanto las visitas al perfil. Ayer sin pensarlo comente algo de este blog mientras que hablaba con el por msn. Me di cuenta después de que lo mejor sería que no se enterara de que lo tengo. Que no leyera este tipo de cursilerías o en su defecto ñoñerías. Las que siento por él. Ya bastante se aprovecha de la situación tan cómoda en la que esta, ya demasiado me pica sabiendo lo que siento. Aunque he de reconocer que desde que discutimos la última vez y aclaramos las cosas ha dejado de hacer ese tipo de cabronadas (con perdón de la expresión) de acercarse y quedarse a un centímetro de mi y decirme cualquiera de esas cosas que me cortan la respiración y me matan cuando su aliento cae sobre mi cara.
Ahora esta distinto, por llamarlo de alguna manera ahora "tontea" de forma amistosa y ya no duele de esa manera. Ahora puede tumbarse y apoyar su cabeza sobre mi cuerpo y no me duele, no me quema la piel, y si empiezo a hacerle cosquillas en la cabeza no es por amor, ahora es por amistad. Y bueno, dentro de lo malo, podemos considerar que eso es un avance.
Encarnita ha vuelto ha aparecer por debajo de la mesa para llamarme a comer. Y después de comer me espera una larga sesión de estudio de las maravillosas "Matemáticas Opción B".
Yo creo que para no saber de que escribir al final vais a tener bastante ¿no?