4 meses

Llevo sin verlo desde el jueves...no paro de pensar en él.
Y de intentar pensar más en los demás, porque los demás se lo merecen más y son tiros más seguros.
Hoy me he levantado, he abierto la puerta de mi habitación...luego la del cuarto de baño...y antes de meter el primer pie en la bañera ya lo tenía rondándome la cabeza.
En realidad incluso podría alegrarme, otros días no me da tiempo si quiera a salir de la cama.
Y la lucha con mi móvil...tenerlo en la mano y obligarme a no llamar. Y para colmo el domingo por la noche lo llamo sin querer y cuelgo rapidísimo,por lo que parecía un toque. Uno de esos que, cuando ha estado de buenas han servido para tener largas conversaciones por la noche, en las que parecía que me quiere para algo más que para lo de siempre.

Me asombra recordar el principio, en el que no era nada importante. Él, era sólo el chaval que conocimos en diciembre, que había vuelto a parecer y que se figuraba como un posible rollo de verano...y nada más.
Y estamos en noviembre...estamos a 16 de noviembre. Y como no tengo otra cosa mejor que hacer con el móvil, me pongo a revisar SMS y me doy cuenta de que precisamente hoy hace 4 meses que llegue a las 5 de la mañana a casa de mi abuela...y me quitaron las llaves.4 meses de la madrugada que pasé con él en su coche por primera vez.
4 meses del primer picotazo.
Todo mereció la pena, ¿para qué negarlo? No importa la llave, ni la noche que pase en su cochera, ni el frío por bajar las ventanillas del coche para chincharme.
No importa.
Me quedo con lo que nos reímos esa primera noche, con el desayuno al que lo invite después de "dormir" en su cochera,o con cuando subió las ventanillas y puso la calefacción porque vio que, básicamente, me moría de frío.
Me quedo con las charlas de horas, con el domingo que me recogió y pasamos toda la mañana juntos, o con cuando se cortó el dedo haciéndose el "cocinitas" en su casa.
Cuando vimos una película en mi casa, sólos, y el llevaba traje de chaqueta por su trabajo de verano, o con el cigarro que me fume con él en el porche delantero de mi casa.

Tantísimos momentos, que también los hay malos, por supuesto, pero me niego a quedarme con ellos. Porque no creo que el guarde ninguno de esos recuerdos con el sentimiento y el cariño con el que los guardo yo. Y si él no lo hace, alguien lo tendrá que hacer ¿no?

Que se me salten las lágrimas recordando todo esto, por una parte es normal y por otra me pone de los nervios. Mierda... ya he manchado los apuntes de biología...en fin.
Sigo en la disyuntiva de que hacer ahora. De si seguir como hasta ahora, porque de vez en cuando tiene buenos detalles (aunque los haga sin querer) o cortar de raíz y tenerlo como amigo. Porque en eso si puedo decir que más o menos se comporta.
Vamos a esperar, vamos a darle tiempo al tiempo, haber si sale algo medianamente a derechas.
Haber si muestra el mínimo interés por mi. Porque yo voy a hacer todo lo posible para no buscarlo, ni llamarlo, ni verlo a no ser que él no quiera. A no ser que él me busque a mi.
Vamos a ver que pasa. Que quedan 12 días para que el soldadito vuelva, y puede que eso cambie mucho las cosas.
Lo dicho...tiempo al tiempo.